Instrucciones para comprar correctamente un limbel

Limbel de coco

1. Busque una casa que venda limbels. Comprarlo en un puesto de gasolina es una cafrería.

2. Los limbels cuestan entre .50¢ y .75¢. Procure tener el cambio exacto y si la casa que visita los vende más caros, búsquese otra casa, ese ser humano es un carero.

3. Párese frente a la casa y grite (no tan duro) ¡LIMBEEEEEL! No se le ocurra gritar “buenos días” ni “permiso”, eso solo hará que el vendedor de limbels piense que usted lo quiere evangelizar o intentar venderle algo, por tanto, lo ignorarán.

4. Si en los próximos 3 segundos nadie le contesta, vuelva a gritar (esta vez bien duro) ¡LIIIIIIMMMBBBEEEEEEEEEEEL!

5. Si no le contestan, no se rinda, vuelva a gritar. Pero si luego del 3er grito no le contestan, váyase, no hay nadie en la casa y solo molesta a los vecinos.

6. Si le contestan, pregunte qué sabores tienen. La lista standard es: coco, parcha, tamarindo, limón, crema, piña colada, china, cherry, uva, guava-piña y, posiblemente, leche. Si el que hizo los limbels es experimental, puede que le diga cosas como cheesecake, maní u oreo. No se asuste. Arriésguese.

7. Diga su orden… pero por favor, no tarde más de 8 segundos en pensar lo que quiere. Seguramente está interrumpiendo al vendedor de limbels en su rutina diaria. Póngase en su lugar.

8. Posiblemente si pide, por ejemplo, 2 de coco y 1 de limón, le digan que solo le queda 1 de coco. Puede pedir que le repitan el listado de limbels disponibles para ver con qué sustituir el vacío que le dejo tan triste noticia, pero le advierto que está siendo super annoying (si le escúpen el limbel, ya sabe por qué fue). Así que procure escuchar bien la lista y memorizarla.

9. Pague sus limbels. Váyase, y por favor, recuerde que tiene que virarlo del vaso tan pronto se despegue… el sabor máximo está al fondo.

10. Y por favor, no niegue su cultura… por más que quiera enfatizar que se dice limber, su lengua tarde o temprano lo traicionará y sustituirá esa “R” por “L”.